En la antesala de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, un tema que está ganando atención es el enfoque que cada candidato tiene hacia las criptomonedas.
Para los entusiastas del mundo cripto, las políticas regulatorias futuras pueden tener un impacto significativo en la adopción y el desarrollo de estos activos digitales.
En este contexto, las posiciones de Donald Trump y Kamala Harris han comenzado a perfilarse de manera distinta.
La postura pro-cripto de Donald Trump
En comparación con Kamala Harris, Trump ha mostrado un mayor interés en las criptomonedas. Ha expresado su deseo de hacer de Estados Unidos la capital mundial de las criptomonedas, lo que podría implicar una regulación más favorable para la industria.
En una reciente conferencia sobre bitcoin (BTC) en Nashville, Trump enfatizó su compromiso de convertir a Estados Unidos en una «superpotencia de bitcoin«.
Esto marca un cambio significativo respecto a sus declaraciones de 2021, cuando describió las criptomonedas como un «desastre esperando suceder«.
La administración de Trump podría influir notablemente en la industria cripto, especialmente en lo que respecta a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y su actual presidente, Gary Gensler, a quien Trump ha mencionado despedir, aunque la legalidad de esta acción es incierta.
Además, se espera que Gensler deje su cargo al finalizar el mandato de Biden, lo que abre la puerta a un posible cambio de liderazgo en la SEC que podría ser más amigable con las criptomonedas.
Otro punto crucial es la minería de BTC. La administración de Biden ha propuesto un impuesto significativo sobre la minería de criptomonedas, citando preocupaciones ambientales y de consumo energético.
En contraposición, Trump ha expresado su deseo de mantener la minería de bitcoin dentro de Estados Unidos, resaltando sus posibles beneficios económicos.
La cartera cripto de Trump y sus implicaciones
La cartera personal de criptomonedas de Trump, valorada en 3,3 millones de dólares, podría ser un indicador de sus intenciones políticas y económicas.
Trump ha recibido ingresos por medio de NFT y memecoins, lo que sugiere que tiene un interés financiero directo en el éxito de las criptomonedas.
Esta participación personal podría motivarlo a implementar políticas que favorezcan el crecimiento del sector.
Además, su compañero de fórmula, JD Vance, también es un defensor declarado del bitcoin, con inversiones en esta criptomoneda que oscilan entre 100,000 y 250,000 dólares.
Vance ha abogado por la adopción de legislación pro-criptomonedas, fortaleciendo aún más la postura pro-cripto del equipo de Trump.
La postura de Kamala Harris: Una oportunidad para la definición
Por otro lado, Kamala Harris no ha establecido una posición clara sobre las criptomonedas.
Aunque algunos asesores sugieren la necesidad de una regulación más clara y paciente, su falta de una postura definida ha generado inquietud entre los votantes que consideran crucial el futuro de las criptomonedas.
Las criptomonedas en el horizonte electoral
A medida que se acerca la contienda presidencial, el enfoque de cada candidato hacia las criptomonedas podría influir en una base de votantes cada vez más consciente del impacto que estas políticas tendrán en el futuro de los activos digitales.
Por ahora, es probable que los votantes más entusiastas de las criptomonedas se inclinen hacia Trump, debido a su postura favorable y su involucramiento personal en el mercado cripto.
Sin embargo, una mayor claridad por parte de Kamala Harris y su equipo podría cambiar el panorama y atraer a votantes indecisos en el ámbito de las criptomonedas.
Con información de Benzinga
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