La elección presidencial de 2024 en Estados Unidos ha elevado al bitcoin (BTC) y las criptomonedas a un tema central de discusión en la política económica.
Los candidatos, Donald Trump (republicano) y Kamala Harris (demócrata), presentan visiones contrastantes que podrían tener un impacto significativo en el criptomercado de criptoactivos.
Esta reseña examina cómo las políticas de cada candidato podrían influir en las inversiones en criptomonedas y qué activos podrían beneficiarse dependiendo del resultado electoral.
Donald Trump: una estrategia ambiciosa para el bitcoin
El expresidente Donald Trump ha destacado su intención de convertir el bitcoin en un activo de reserva estratégica. En una movida sin precedentes, el expresidente ha propuesto la compra de un millón de bitcoins (BTC) durante los próximos cinco años, una iniciativa liderada por la senadora republicana Cynthia Lummis, conocida como la «Reina de las Criptomonedas».
Esta propuesta podría tener un impacto significativo en el valor del BTC y en la adopción institucional de las criptomonedas en general.
El plan de Trump para el bitcoin para por la compra de un millón de BTC en cinco años, lo que implica la adquisición de unos 200.000 tokens de bitcoins anualmente por parte de EE.UU. hasta 2030.
Esta presión de compra podría disparar el precio del bitcoin, superando su máximo histórico de cerca de $74.000.
Trump planea mantener estos bitcoins durante al menos 20 años con el objetivo de reducir la deuda de Estados Unidos.
Kamala Harris: una incógnita para el sector cripto
En contraste, la actual vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha mantenido un perfil bajo en relación con las criptomonedas.
Aunque la administración de Harris y el actual presidente Joe Biden ha sido percibida como hostil hacia las criptomonedas, su campaña ha insinuado un posible apoyo a las tecnologías emergentes, sin proporcionar detalles concretos.
Durante el discurso de aceptación de la nominación demócrata, Harris no mencionó las criptomonedas, lo que ha dejado a los inversores con incertidumbre sobre su postura.
Sin embargo, Brian Nelson, asesor principal de la campaña de la vicepresidenta, indicó que la segunda al mando de la Casa Blanca podría apoyar políticas que fomenten el crecimiento de tecnologías emergentes, lo que podría incluir criptomonedas.
A pesar de la falta de claridad, la posibilidad de un entorno menos hostil bajo una administración de Harris mantiene viva la expectativa de los inversores, especialmente aquellos enfocados en activos como bitcoin y ethereum (ETH).
Bitcoin en ambas administraciones
Independientemente de quién gane la presidencia, el bitcoin sigue siendo una apuesta segura para los inversores. Bajo una administración de Trump, el plan de adquirir un millón de bitcoins podría llevar al activo a nuevos máximos, mientras que una eventual presidencia de Harris podría ofrecer un entorno más estable y menos regulador para su adopción.
Según un informe de CoinDesk, los traders son optimistas sobre el precio de BTC durante la época electoral. Las opciones de compra en plataformas como Deribit muestran expectativas de que bitcoin supere los $80.000 en ese período.
Y es que, si bien el entorno regulatorio podría cambiar bajo Harris, el bitcoin sigue siendo visto como un activo de refugio seguro, especialmente en un mercado incierto.
MicroStrategy: un proxy de bitcoin con potencial de crecimiento
MicroStrategy (MSTR), la empresa de software con la mayor tenencia corporativa de bitcoin, es otro activo clave que podría beneficiarse significativamente dependiendo del resultado electoral.
Bajo la dirección de su CEO, Michael Saylor, MicroStrategy ha acumulado 226.500 BTC, convirtiéndose en un proxy ideal para inversores que prefieren no comprar la criptomoneda directamente.
Cynthia Lummis, la senadora republicana conocida como la «reina de las criptomonedas», citó a Michael Saylor, sugiriendo que su enfoque en bitcoin podría influir en las políticas de la campaña de Trump.
Esto es de gran importancia, si se considera que el propio Trump ha encabezado la iniciativa al asignar a Lummis la tarea de proponer una nueva legislación al Senado de Estados Unidos que daría luz verde a la compra de un millón de bitcoins en 5 años.
Tras las declaraciones de la legisladora, el Servicio Nacional de Pensiones de Corea del Sur (NPS) adquirió acciones de MSTR, lo que refuerza su atractivo como sustituto de bitcoin.
Si Trump gana, las acciones de MicroStrategy podrían experimentar un crecimiento significativo, impulsado por su modelo de negocio enfocado en la adquisición de bitcoins.
Coinbase: otro posible beneficiario de la administración de Trump
Coinbase, uno de los exchanges de criptomonedas más grandes y populares, es otro jugador clave en el escenario de las criptomonedas que podría verse favorecido bajo una administración de Trump.
Con 9.000 BTC en su balance, la firma con sede en EE.UU. no solo facilita el comercio de criptomonedas, sino que también participa directamente en el mercado.
En su carta a los accionistas del segundo trimestre, Coinbase enfatizó la importancia de lograr claridad regulatoria, un tema que ha ganado apoyo bipartidista en el Congreso.
A pesar de que los demócratas han sido menos claros en sus propuestas regulatorias, la empresa podría prosperar bajo ambas administraciones, gracias a su posición dominante en el mercado.
Ethereum, stablecoins y las CBDC
Ethereum (ETH), la segunda criptomoneda más grande por capitalización de mercado, también se beneficiaría de un mercado alcista liderado por bitcoin.
Según un análisis de CME Group, los movimientos del precio de BTC explican el 75% de los movimientos del precio de ETH, lo que significa que un aumento en Bitcoin probablemente impulsará a Ethereum y otras criptomonedas.
Bajo la presidencia de Kamala Harris, ethereum podría continuar prosperando, especialmente después de que la SEC cerrara su investigación sobre Ethereum 2.0, fortaleciendo su estatus como materia prima.
Además, la reciente aprobación de varios ETF de Ethereum al contado refuerza su legitimidad y lo convierte en una apuesta segura para los inversores.
Por su parte, las criptomonedas estables (stablecoins) denominadas en dólares estadounidenses, como USDC, podrían beneficiarse de un marco regulador claro, especialmente si Trump implementa su plan de expandir estas monedas como parte de su estrategia económica.
Por otro lado, Trump ha rechazado explícitamente la idea de una moneda digital emitida por un banco central (CBDC), calificándola como una «amenaza para la libertad».
La estrategia, según el resultado electoral
La elección presidencial de 2024 presenta un escenario en el que las políticas de Trump y Harris podrían tener implicaciones contrastantes para el mercado de criptomonedas.
Mientras que el primero promete un enfoque agresivo en la adopción de bitcoin y la expansión de stablecoins, la actual vicepresidenta podría ofrecer un entorno más cauteloso, pero potencialmente más estable para el crecimiento de las criptomonedas.
Para los inversores, esto significa que bitcoin sigue siendo una apuesta sólida, con expectativas de crecimiento bajo ambas administraciones; MicroStrategy y Coinbase podrían experimentar un crecimiento significativo si Trump es elegido; ethereum se beneficiaría de un mercado alcista liderado por Bitcoin, con un respaldo adicional de la administración de Harris; y las stablecoins podrían prosperar bajo un marco regulador claro, especialmente si Trump implementa su plan.
En resumen, las criptomonedas están en el centro de la política económica en esta elección, y los inversores deben considerar cuidadosamente cómo las políticas de cada candidato podrían afectar sus carteras. Independientemente del resultado, el mercado de criptomonedas está preparado para experimentar cambios significativos en los próximos años.
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