El pasado domingo, la candidata demócrata Kamala Harris, en su campaña presidencial, sorprendió al hacer su primera referencia pública a las criptomonedas. Durante un evento de recaudación de fondos en Wall Street, Harris expresó a los donantes su intención de «fomentar tecnologías innovadoras como la IA y los activos digitales, al tiempo que protege a nuestros consumidores e inversores».
Esta mención ha provocado reacciones mixtas en una industria que sigue dividida entre la esperanza de una regulación favorable y el escepticismo hacia los políticos.
El impacto de estas declaraciones se siente especialmente en un contexto donde la industria de las criptomonedas ha invertido más de 200 millones de dólares en apoyar tanto a candidatos republicanos como demócratas durante el ciclo electoral.
Sin embargo, la relación entre la administración del presidente Biden y el sector ha sido tensa debido a un enfoque más rígido sobre la regulación de la cadena de bloques.
Un paso en la dirección correcta, pero sin políticas claras
Hasta ahora, Harris no ha delineado de manera concreta ninguna política relacionada con las criptomonedas. De hecho, su postura sobre los diversos proyectos de ley que se encuentran paralizados en el Congreso sigue siendo una incógnita. Aun así, algunos líderes de la industria ven su mención a los activos digitales como una señal positiva.
Hayden Adams, fundador de Uniswap, celebró los comentarios de Harris, argumentando que «el progreso es el progreso». Publicó en la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter): «Sí, Biden ha sido malo para las criptomonedas. Pero el progreso tiene que empezar en alguna parte, y debemos fomentarlo».
A pesar de la declaración optimista de Adams, no faltaron quienes señalaron que Uniswap está siendo investigada por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) bajo la administración de Biden. Esto alimenta las dudas sobre si las palabras de Harris traerán consigo un enfoque más conciliador o, por el contrario, podrían desembocar en más acciones de cumplimiento.
El antes y después del colapso de FTX
Antes del colapso de FTX en noviembre de 2022, había un optimismo moderado en el Congreso en torno a los proyectos de ley bipartidistas sobre la regulación de las criptomonedas. Estas propuestas buscaban, entre otras cosas, establecer la supervisión de las stablecoins y estructurar mejor el mercado de activos digitales.
Sin embargo, el desplome de FTX, que resultó en la pérdida de miles de millones de dólares en activos de los clientes, y la posterior exposición de Sam Bankman-Fried como uno de los principales donantes políticos, paralizó cualquier avance legislativo.
A raíz de este escándalo, los reguladores como la SEC y el Departamento de Justicia intensificaron las medidas de cumplimiento, lo que generó un mayor escepticismo hacia la industria. Aunque algunos congresistas demócratas han seguido presionando para establecer una regulación más clara, la mayor parte del apoyo legislativo proviene de los republicanos.
Esto ha llevado a muchos actores clave de la industria a respaldar la candidatura de Donald Trump.
Trump y las criptomonedas: del escepticismo al apoyo
El giro de Donald Trump hacia el apoyo a las criptomonedas ha sido sorprendente. Hace apenas dos años, Trump calificaba a Bitcoin como una «estafa». No obstante, en la actualidad, ha abrazado con entusiasmo el sector blockchain, anunciando un proyecto DeFi (finanzas descentralizadas) dirigido por sus hijos. Además, ha realizado acciones simbólicas que sugieren su cambio de postura, como su visita reciente a un bar de Bitcoin en Nueva York antes de un mitin en Long Island.
Este cambio de actitud, junto con el apoyo legislativo que ha recibido el sector de los republicanos, ha inclinado a buena parte de la industria de las criptomonedas hacia la candidatura de Trump.
No obstante, el panorama sigue siendo incierto, ya que el enfoque regulatorio futuro, tanto de Harris como de otros actores políticos, es una pieza clave para el desarrollo del sector.
¿Hacia dónde se dirige la administración Harris?
La campaña de Kamala Harris ha mantenido, hasta ahora, un perfil bajo en lo que respecta a su postura sobre la regulación de la cadena de bloques. Harris ha reclutado asesores que representan a ambos lados del debate, lo que sugiere que está dispuesta a escuchar diferentes perspectivas antes de tomar una decisión concreta.
Sin embargo, la falta de claridad ha dejado a la industria en un limbo, y su única mención reciente a los activos digitales no ha sido suficiente para calmar las inquietudes.
A pesar de esto, algunos líderes de la industria han decidido dar un paso adelante. Un grupo llamado Crypto For Harris, formado por líderes de la industria de los activos digitales, ha surgido con el objetivo de recaudar fondos para la candidata demócrata. Sin embargo, hasta su comentario del domingo, Harris no había hecho ninguna referencia explícita a la tecnología blockchain.
Reacciones divididas ante los comentarios de Harris
La respuesta de la industria ante los comentarios de Harris ha sido variada. Líderes demócratas pro-cripto, como Justin Slaughter, director de políticas de Paradigm, vieron sus declaraciones como un avance positivo. «Es un paso en la dirección correcta», escribió Slaughter en X, añadiendo que el reconocimiento de las criptomonedas por parte de Harris es un hito importante.
Sin embargo, no todos los actores de la industria interpretaron sus palabras de manera optimista. Jake Chervisnky, director legal de Variant, advirtió que el enfoque en la «protección del consumidor» de Harris podría traducirse en más acciones de cumplimiento, lo que generaría mayores restricciones para el sector. Esta preocupación no es infundada, considerando el historial reciente de la SEC bajo la administración de Biden.
El futuro de las criptomonedas bajo una posible administración Harris
A medida que la carrera presidencial avanza, el futuro de las criptomonedas en Estados Unidos depende, en gran medida, de cómo Harris y otros candidatos gestionen el tema. La industria, que ha sido testigo de una combinación de promesas y medidas restrictivas en los últimos años, observa con cautela los próximos movimientos políticos.
Para los inversores y líderes del sector, las palabras de Harris son un indicio de que la puerta del diálogo está abierta. Sin embargo, la falta de políticas concretas y la preocupación por posibles acciones de cumplimiento regulatorio mantienen el escepticismo. ¿Se traducirá su discurso en una regulación equilibrada que permita el crecimiento del sector? O, por el contrario, ¿estas promesas serán solo una estrategia electoral sin sustancia real?
Mientras tanto, la industria continúa invirtiendo millones de dólares en la campaña, buscando asegurarse un asiento en la mesa de debate. Los próximos meses serán cruciales para definir si Kamala Harris y el Partido Demócrata se convierten en aliados del sector de las criptomonedas o si el apoyo se inclina definitivamente hacia los republicanos.
Conclusión: Un sector en búsqueda de claridad
El sector de las criptomonedas ha alcanzado un punto crítico. Con el colapso de empresas importantes como FTX, la presión regulatoria ha aumentado y la industria busca con desesperación un marco legal que equilibre la innovación con la protección al consumidor. Las declaraciones de Kamala Harris han sido un primer paso, pero sin una política clara, la incertidumbre persiste.
Los próximos movimientos de los candidatos presidenciales, incluidos Harris y Trump, serán cruciales para determinar el futuro de los activos digitales en Estados Unidos. La rama de olivo de Harris ha sido extendida, pero aún queda por verse si realmente traerá consigo un cambio significativo o si se quedará en palabras vacías en medio de una campaña política polarizada.
Con información de Fortune Crypto
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