El crecimiento exponencial de la inteligencia artificial (IA) está generando un impacto considerable en el consumo de recursos a nivel global.
Países como Estados Unidos, Irlanda, Singapur y Países Bajos están investigando cómo mitigar este problema, que se ha convertido en una preocupación prioritaria para sus gobiernos.
El uso intensivo de tecnología, especialmente en los centros de datos que soportan modelos avanzados de IA, ha provocado un incremento notable en el consumo de agua y electricidad, lo que a su vez afecta negativamente la sostenibilidad ambiental.
La problemática radica en que los centros de datos, esenciales para el funcionamiento de estos modelos de IA, requieren enormes cantidades de energía, lo que ejerce una presión considerable sobre las redes eléctricas.
Un reciente informe de Ars Technica señala que la demanda energética de estos centros ha alcanzado niveles que amenazan con desestabilizar las redes eléctricas estatales.
En Estados Unidos, por ejemplo, la industria tecnológica ha disfrutado de exenciones fiscales, pero el creciente consumo de energía ha llevado a reconsiderar estas políticas, ya que mantener las emisiones de carbono bajo control se ha vuelto una tarea cada vez más desafiante.
Propuestas para reducir el impacto ambiental
En Estados Unidos, uno de los estados más afectados por esta situación es Virginia, donde se ha discutido el uso de generadores diésel como medida paliativa durante los períodos de escasez de energía.
Sin embargo, la creciente demanda vinculada a la tecnología ha complicado el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones de carbono.
Otros países, como Irlanda, Singapur y Países Bajos, han optado por limitar la construcción de nuevos centros de datos como una medida para aliviar la presión sobre sus redes eléctricas.
Además, tanto expertos como estudios recientes sugieren la necesidad de políticas que incentiven la inversión en energías renovables y la adopción de métricas más amplias para evaluar el uso y la eficiencia energética de los centros de datos.
Si bien estas propuestas buscan mejorar el medio ambiente y reducir la huella de carbono, la implementación de tales medidas enfrenta serios desafíos en el contexto actual de alta demanda tecnológica.
Con información de 3DJuegos
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