El lanzamiento de Suicide Squad: Kill the Justice League ha sido, sin lugar a dudas, uno de los mayores fracasos en la industria de los videojuegos en los últimos tiempos.
Aunque ya se sabía que este título no había alcanzado las expectativas, el impacto negativo que ha tenido en la división de videojuegos de Warner Bros. ha resultado ser mucho más devastador de lo que se imaginaba.
El informe financiero del segundo trimestre del presente año fiscal ha revelado que los ingresos de la división de videojuegos de Warner Bros. han caído un 41% en comparación con el mismo período del año anterior.
Este desplome ha sido atribuido en gran parte al pobre rendimiento de Suicide Squad: Kill the Justice League, un juego que, a día de hoy, apenas cuenta con 200 jugadores activos en Steam.
Las pérdidas para la compañía superan los 200 millones de dólares, una cifra que el propio CEO de Warner Bros. describió como “decepcionante”.
Este revés financiero pone de relieve los desafíos a los que se enfrenta Warner Bros. en un mercado cada vez más competitivo.
Si bien la compañía ha expresado su intención de centrarse en los juegos como servicio para el futuro, no se puede pasar por alto que también ha experimentado éxitos significativos en este mismo periodo.
Un ejemplo claro es Hogwarts Legacy, que se ha convertido en el juego más vendido de 2023, con un total de 24 millones de unidades vendidas hasta la fecha.
Este contraste entre el éxito y el fracaso dentro de la misma compañía subraya la volatilidad y los riesgos inherentes a la industria de los videojuegos.
Warner Bros. Y la idea de ceder sus IP a estudios externo
En medio de esta turbulencia, Warner Bros. está considerando una estrategia audaz: ceder algunas de sus propiedades intelectuales (IP) de videojuegos a estudios externos.
Con un total de 11 estudios propios y franquicias tan populares como Batman, Harry Potter y Mortal Kombat bajo su ala, esta opción podría permitir a la compañía expandir su alcance y aprovechar nuevas oportunidades en el mercado.
Según David Zaslav, CEO de Warner Bros., “una de las ventajas estratégicas de poseer toda nuestra propiedad intelectual es que, como el mundo ha cambiado, antes se lanzaba una película o una serie y luego un juego“.
Zaslav también destacó el éxito de Hogwarts Legacy como un ejemplo de cómo los jugadores desean sumergirse en mundos interactivos basados en sus franquicias favoritas.
“Crearemos una película, ya sea de Batman, Superman o Harry Potter, y puede que haya una serie de televisión, pero la posibilidad de entrar en ese mundo y vivir esa experiencia es algo que todavía nos pertenece“, explicó.
Esta estrategia de colaboración con estudios externos podría ser una respuesta inteligente para Warner Bros., permitiéndole capitalizar el valor de sus IP mientras navega por los desafíos actuales de la industria.
Sin embargo, el futuro de la división de videojuegos de la compañía aún está por verse, y los próximos pasos que tome serán cruciales para determinar si puede recuperarse de este duro golpe o si seguirá enfrentándose a dificultades en el camino.
Con información de 3DJuegos
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