La adopción de las criptomonedas en Cuba va por buen camino, pero aún le falta mucho. El país sería uno de los más beneficiados por bitcoin y sus hermanas altcoins, porque le permitiría bordear el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos desde hace varios años.
Sin embargo, todo indica que en la isla todavía queda un largo camino por recorrer, antes de que las criptomonedas se conviertan en herramientas de uso diario.
“La adopción de las criptomonedas en Cuba marcha rápidamente. Pero, el interés de los cubanos por las criptomonedas es por las razones equivocadas. Se habla mucho de trading, arbitraje, bot para ganar dinero, del staking de criptomonedas menores, que no siempre son transparentes o serios, pero oigo hablar muy poco sobre el uso de las criptomonedas para la vida cotidiana”, afirma Mario Mazzola, un desarrollador italocubano que decidió crear una billetera de bitcoin adaptada a las necesidades de quienes viven en el país.
En entrevista con Morocotacoin, Mazzola destaca que aún no visualiza un uso de bitcoin como pasarela de pago, o como medio de intercambio que podría habilitar el comercio electrónico en la nación caribeña.
Desde el lanzamiento del Internet móvil en Cuba, en 2018, muchas personas comenzaron a utilizar cada vez más a las criptomonedas para eludir las sanciones económicas y acceder al mercado global.
Los miembros de CubaCripto, un grupo de Telegram que cuenta con 600 miembros y que se considera una de las primeras comunidades en línea orientadas a la criptografía en la isla, señalan que las divisas digitales están aumentando en popularidad.
Alex Sobrino, fundador del grupo, estima que 10.000 cubanos usan criptomonedas regularmente. A su juicio, los cubanos comunes están usando divisas digitales para comprar crédito telefónico, productos en línea e incluso hacer reservas de hotel.
Pero, de acuerdo con Mazzola, aún queda un largo camino por recorrer.
Remesas en criptomonedas en Cuba
Las nuevas sanciones de EEUU contra la isla imponen medidas más severas para el envío de remesas y transacciones bancarias, como el límite de 1.000 dólares estadounidenses por trimestre en el envío de remesas familiares a un ciudadano cubano.
También prohíbe el envío de remesas a familiares cercanos de funcionarios cubanos y miembros del Partido Comunista de la isla, así como elimina la autorización para remesas donativas, agregando una cláusula que autoriza tales remesas en caso de que incentive el crecimiento del sector privado cubano independiente del control gubernamental.
Por ello, las criptomonedas podrían ser una solución a este problema, debido a que las divisas digitales no conocen de bloqueos. Pero, el problema, es que el envío de remesas es un tema del que solo se habla en el criptoespacio cubano “y ya”.
“Se habla de remesas por medio de bitcoin, pero todavía no es una práctica muy común. Falta la infraestructura para poner eso en marcha”, señala Mazzola.
Sostiene que el dinero sigue llegando a Cuba por los canales tradicionales, como Western Union o por los parientes visitan a sus familiares en la isla con un maletín de dinero.
“Esto es una lástima porque debido a las limitaciones que impuso la administración Trump, ahora es posible solo enviar 1.000 dólares en remesas cada tres meses. Lo que transforma a bitcoin en una solución real para la población. A bitcoin no le importa el bloqueo y posibilita enviar cualquier cantidad de dinero a Cuba, en un par de click, haciendo todo súper fácil. ¿Entonces por qué no se hace? Es porque falta la infraestructura”, insiste.
Mazzola indica que se necesita de una plataforma de criptointercambio, en la que la gente reciba los bitcoins en Cuba y luego pueda cambiarlos por la moneda nacional porque, justo ahora, la gente no sabe qué hacer con las criptomonedas.
¿Bloqueo a las criptomonedas en Cuba?
El alcance del bloqueo económico al país es tal, que logró aislarla del criptoespacio no solo por las limitadas conexiones a Internet, sino porque las plataformas de exchange no permiten el ingreso de usuarios cubanos, por miedo a las medidas que pueda tomar en su contra el Gobierno de EEUU.
“El problema es que los exchanges tradicionales, como Binance, por culpa del bloqueo no puede aceptar a los usuarios cubanos. Cuando el cubano va a completar todo el papeleo para el KYC, para la prevención del lavado de dinero, automáticamente es rechazado porque reside de Cuba”, menciona Mazzola.
Detalla que la única forma en que las personas en la isla logran cambiar las criptomonedas, es buscando en foros para conseguir a alguien que esté dispuesto a intercambiar los activos encriptados por dinero fiduciario, o viceversa. “Por supuesto, eso no es automatizado, ni seguro, ni tiene un proceso definido”, recalca.
“Lo único que más o menos se acerca a la idea de una exchange, es una fundada por unos cubanos en Brasil, pero tiene dos problemas. El primero es que no es seguro, ni certificado SSL tiene. Un portal que maneja datos financieros de los clientes no tiene certificado SSL. Tampoco tiene papeles para operar, a pesar de ser centralizado y las comisiones son demasiado caras. Se habla hasta de 20% y la gente no le da la cuenta”, añade Mazzola.
Por ello, el desarrollador italocubano, junto a su equipo de trabajo, lanzó Qbita. Una criptobilletera, no custodial (los usuarios mantienen su dinero consigo en todo momento), con la que quieren solventar los problemas que enfrenta el criptoespacio en Cuba y avanzar en la adopción de las divisas digitales, como una solución al bloqueo financiero.
“Como Qbita vamos a solucionar este problema, de la falta de infraestructura y vamos a transformar el monedero en una plataforma para el intercambio en modalidad peer-to-peer de fiat-BTC y BTC-fiat. Lo vamos a hacer de forma programática, sin intervención humana y en modalidad p2p. Vamos a hacer como un pequeño servicio de escrow (es decir, el dinero no se traspasa a la cuenta del proveedor hasta que el activo llega correctamente al comprador), donde el que vende o compra BTC, por medio de funcionalidades que vamos a integrar dentro de Qbita, para que los usuarios tengan la garantía de que no hay trampa. Solucionando el problema de quién envía dinero y así va a funcionar”, asegura Mazzola.
Esta opción, que será lanzada al mercado en pocas semanas, se unirá a la función de criptobilletera y a la recién lanzada pasarela de pago.
“La pasarela de pago es integrable a cualquier sitio de internet, simplemente copiando y pegando cuatro o cinco líneas de JavaScript dentro del e-commerce, donde se quiera utilizar Qbita como pasarela de pago. Esto permite que las personas puedan comprar o vender sus productos en Internet, utilizando bitcoin como forma de pago”, añade.
La criptomoneda estatal de Cuba
En julio, el Gobierno de Cuba informó que está estudiando el uso potencial de las criptomonedas, como parte de una serie de medidas para impulsar su economía en medio de una crisis cada vez más grave exacerbada por las sanciones estadounidenses.
«Estamos estudiando el uso potencial de la criptomoneda (…) en nuestras transacciones comerciales nacionales e internacionales, y estamos trabajando en eso junto con los académicos», señaló el ministro de Economía cubano, Alejandro Gil Fernández.
Hasta ahora, estos planes parecen ir avanzando.
“Es difícil adivinar si Cuba hará o no una criptomoneda estatal. Pero, mirando lo que están haciendo sus principales aliados geopolíticos, es posible pensar que sí lo harán”, enfatiza Mazzola.
El desarrollador alude a la criptomoneda estatal venezolana, el petro, y las nuevas noticias provenientes de China, que informan sobre las intenciones del gigante asiático de lanzar su propia divisa digital, basada en blockchain.
“Otra razón que sugiere que sí es posible una criptomoneda estatal cubana, son las pequeñas señales que envía la televisión oficial. Hace pocos días, emitieron dos programas documentales sobre las criptomonedas, al que fue invitado un profesor de criptografía de la Universidad de La Habana que hizo una demo de una transacción Ethereum, explicó que es una billetera, que es una criptomoneda, quién es Satoshi Nakamoto y habló de quiénes son los principales actores de la comunidad cripto en Cuba”, asegura Mazzola.
Explica que estas transmisiones patrocinadas por el Estado cubano sirven para que la población empiece a conocer a las criptomonedas, “porque seguramente hay planes para utilizar este sistema para solucionar los problemas de exclusión financiera que tiene el país”.
Además, añade, también se lanzaron programas radiofónicos sobre las criptomonedas, con preguntas del público; y artículos en portales de noticias oficiales. “Esas pequeñas pistas dejan ver que hay planes a nivel nacional para utilizar las criptomonedas a nivel masivo”.