El Gobierno de Nigeria pidió a las instituciones bancarias en el país cerrar cuentas que sean empleadas para el comercio de criptomonedas o para otras transacciones ligadas a monedas digitales.
Los organismos financieros deberán identificar en sus sistemas a personas que realicen transacciones o intercambio de criptomonedas e inmediatamente cerrar sus cuentas, informó una circular del Banco Central de Nigeria (BCN).
La medida se dicta a tres meses de las protestas contra los excesos policiales en Nigeria, desarrolladas en octubre de 2020 y conocidas como “End Sars”, que en parte recibieron financiamiento desde el exterior a través de criptomonedas.
En ese momento, el BCN restringió que algunas instituciones financieras recibieran o realizaran pagos criptográficos.
Pero el ente emisor nigeriano no pudo entonces bloquear la entrada de recursos, debido a que las criptomonedas están basadas en sistemas descentralizados sin regulaciones.
En 2020, la exchange nigeriana Yellow Card recibió más de 165 millones de dólares en criptomonedas por concepto de remesas, informó Morocotacoin.
La cifra representó un crecimiento de más de 1840% comparado con el monto procesado en los últimos seis meses de 2019.
Yellow Card ha permitido a muchos nigerianos dentro y fuera del país africano comprar y vender criptomonedas utilizando la moneda local por medio de transferencias bancarias, efectivo y pago elecrónico.
Anuncio de una regulación
En septiembre pasado, Morocotacoin informó que el Gobierno de Nigeria daba pasos en la adopción y el uso de las criptomonedas, pero con un marco regulatorio.
La Comisión de Bolsa y Valores del país africano (SEC) emitió una declaración en la que anunció que comenzaría a regular las inversiones en criptoactivos.
El texto de la SEC declaró las «oportunidades de inversión alternativas» que ofrece el mundo de los activos digitales.
Este organismo planteó como objetivo «crear estándares que fomenten prácticas éticas que contribuyan a un mercado justo y eficiente».
Además, la SEC planteó que esta medida no tenía como objetivo obstaculizar la tecnología ni la innovación en el comercio.